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Etiam placerat

[...] Es cierto...Hay momentos en nuestra vida en que tenemos necesidad de ser canallas, de ensuciarnos hasta adentro, de hacer alguna infamia, yo qué sé...de destrozar para siempre la vida de un hombre...y después de hecho eso podremos volver a caminar tranquilos [...]

Y volverás a esperanzarte
Y luego a desesperar
Y cuando menos lo esperes
Tu corazón va a sanar
Va a sanar
Va a sanar
Y va a volver a quebrarse
Mientras le toque pulsar

Eliza Doolittle

La descubrí hace poco pero me encanta!

Cosas de acá




Vuelvo a abrir el viejo blog con el objetivo necesario de escaparme un poco de la vida de Buenos Aires. Sep, no veo la hora de salir de esta apestosa cuidad, no sé como es posible concentrar tanto contaminación (de todos los tipos), desconfianza, mala onda, etc. etc. La idea era escapar, je. Bueno, puede que me este volviendo un poco vieja pero más allá de eso, es triste la vida de la cuidad para una persona como yo. La monotonía, los objetivos que se nos imponen alcanzar, los estándares, por qué siento que este país se está yendo en picada hacia lo más bajo de la condición humana y, aún ahí, todos se matan por tener una buena tajada de la peor parte. Lo veo todo tan triste que cualquier pequeña acción con rasgos de humanidad me parece tan maravillosa. Sin duda, no se puede descubrir el alma de las personas con observar sólo una acción y es algo que me gustaría vea más de uno. Hay personas rescatables allá afuera, sólo hay que saber ver. Así que me digo; Beronita no está todo perdido.